Durante años he estado realizando diferentes talleres fotográficos de paisaje, no solo por España, sino también por media Europa, de manera que ya iba siendo hora dar la oportunidad de conocer y fotografiar la Albufera de Valencia, lugar donde me formé como fotógrafo.
El fin de semana que elegí para organizar la primera edición del taller de fotografía de paisaje en la Albufera fue en el puente de Diciembre, coincidiendo con la Constitución Española y la Inmaculada Concepción.
La semana había sido muy lluviosa, como nunca antes había vivido, sin embargo, el pronóstico del tiempo para el fin de semana era bueno, quizás demasiado. El viernes amaneció nublado pero poco a poco fue despejando.
Como en todos mis talleres, el viernes por la noche quedamos para conocernos todos, contar el planning y explicar algunos aspectos de cara al amanecer del día siguiente.
Comenzamos pronto, al amanecer para fotografiar algunas barcas de la Albufera. Llegamos con tiempo y explico algunas cosas sobre técnica y configuración de la cámara. Voy repartiendo portafiltros y filtros para aquellos que no disponen del material para que vayan practicando.
A lo largo del día recorreremos algunas localizaciones de la Albufera, pero como no, también nos comemos un buen arroz, ya que no se puede hacer fotos con el estómago vacío.
Por la tarde llegamos al embarcadero de la Gola de Puchol, típico, pero que nunca defrauda. No hay nubes, pero tampoco hace viento, por lo que la laguna es un espejo. Poco a poco los asistentes al taller irán viendo cómo la paleta de colores que nos va dejando el atardecer es increíble.
A la mañana siguiente tampoco encontramos nubes, pero sí mucho frío. Mucha gente se piensa que en Valencia no hace frío, pero la humedad es importante, por lo que en invierno y sobre todo en días despejados puede dejarnos bastante congelados.
La luz del Sol empieza a teñir todo el paisaje y también nos va dando algo de calor. Sin embargo, esta mañana hace viento, lo que no nos deja fotografiar reflejos, pero sí practicar con los filtros.
Después de un buen amanecer nos vamos al embarcadero a coger una barca que nos dará una vuelta por la laguna, previa explicación del origen de la Albufera.
Ahora toca poner en práctica la fotografía de acción. Explico a los asistentes cómo deben configurar la cámara para conseguir fotografiar todas las aves que vamos viendo por el camino.
Ha sido un fin de semana intenso en el que no hemos tenido mucho tiempo para descansar, pero bien aprovechado. Ahora falta practicar lo aprendido para que no se olvide.
Con este se termina un año intenso, lleno de cursos, talleres y muchos viajes. Tan solo me quedan un par de clases y tocará descansar, pero el 2020 está cerca y pronto empezará todo de nuevo.
Si te apetece hacer un taller fotográfico de paisaje para aprender todos los trucos que utilizamos tienes la posibilidad de apuntarte al Taller de Benisa y Calpe del 25 y 26 de Enero.