Viaje fotográfico a Venecia 2019: Resumen



La primera vez que visité Venecia fue en un viaje en el que recorrí el norte de Italia en tren. Solo estuve un día y se me hizo corto. Sabía que esta ciudad tenía mucho potencial. Este fin de semana ha sido la cuarta vez que visito Venecia durante un taller fotográfico en el que hemos recorrido cada rincón en busca de fotografías. A continuación os cuento un resumen de lo que ha dado de sí.

A diferencia del año pasado, en el que el norte de Europa sufrió un invierno duro lleno de intensas lluvias, inundaciones e incluso nevadas, este ha sido suave y tranquilo. De hecho, hemos disfrutado de Sol durante los tres días.

Mis talleres fotográficos de fin de semana suelen comenzar el sábado por la mañana, pero llegamos pronto el viernes por la tarde. Así que nos dio tiempo a llegar y dejar las cosas en el hotel. Gracias a que estábamos situados a 2 minutos del puente de la Academia pudimos disfrutar del mejor atardecer de todo el fin de semana.

Si esperas al momento adecuado puedes conseguir unos colores espectaculares, incluso en dirección contraria al atardecer

Las vistas desde este puente son típicas y están muy vistas, pero si no tienes la foto es obligado hacerla. Lo que puede hacer tu foto especial es el tipo de luz que puedas conseguir. Si utilizas un gran angular hay pocas opciones de conseguir una foto original, pero no hay que descartar nada, ni siquiera el uso de un teleobjetivo.

Sé que para gustos colores, pero a mí lo que me gusta fotografiar en este puente son las estelas que dejan los barcos al pasar por el canal, sobre todo cuando llega la hora azul y encienden sus luces. Una larga exposición te permitirá obtener una traza muy larga que te lleve a la iglesia.

Elisa fue la que nos avisó de que la Luna había salido y esta fue la primera foto que hice. Ni en el mejor de los sueños habría imaginado algo así.

Lo mejor estaba por llegar, ya que, aunque había planificado que la Luna pasaría por detrás de las dos cúpulas, no esperaba verla salir por el horizonte justo por la izquierda de la iglesia. Hasta tal punto que de poco no la vemos, sino fuera porque Elisa nos avisó de que acababa de salir la Luna. La planificación de este tipo de fotos siempre la hago con Photopills, app que recomiendo a todo el mundo, ya que lo tiene todo.

Con un teleobjetivo corto se podía sacar la Luna, el canal y la iglesia. Si tenías un teleobjetivo largo (300mm o más) podías sacar la Luna y una cúpula, consiguiendo fotos muy espectaculares.

La Luna se me fue un poco a la derecha. A veces, cuando amplias mucho, afinar el punto exacto es complicado, ya que va muy rápida.

A la mañana siguiente nos levantamos para fotografiar el amanecer en la plaza de San Marcos, vacía, algo que si nunca has estado te puede parecer normal, pero que si dejas pasar los minutos verás como poco a poco va apareciendo gente.

Fotografiar por la plaza, por el embarcadero, esperar a que el Sol salga y sus rayos de luz se cuelen por todas partes es una pasada. Cuando hago fotos, y cuando no, suelo estar atento a todo lo que sucede a mi alrededor, sobre todo a los cambios de luz. El color del cielo, o de las nubes pueden cambiar rápidamente y suelo avisar a los asistentes para que no se pierdan ningún detalle. En la plaza de San Marcos se puede fotografiar cómo los rayos de luz del Sol que asoma por el horizonte se cuela entre los arcos del Palazzo Ducale (foto de portada). Sin duda una foto que te tienes que llevar a casa.

Gracias a un mini trípode que llevo siempre para estos casos pude hacer una foto con un punto de vista muy bajo. De hecho, la cámara está en uno de los escalones.

La verdad es que fue uno de los mejores momentos del viaje. A pesar de no tener nubes, fue bastante completo. Siempre hay que saber aprovechar el tipo de luz que te ha tocado. Después de desayunar y reponer fuerzas nos fuimos a pasear por las calles estrechas y llenas de canales.

El atardecer, también sin nubes, fue un momento de tranquilidad ideal para poner en práctica el uso de filtros y, aprovechando que teníamos el mar delante, conseguir el efecto seda que da a las fotografías una sensación de minimalismo. Después de la hora azul, que nunca falla, nos fuimos a comernos una pizza.

El efecto seda que te proporciona las largas exposiciones te ayuda a transmitir tranquilidad y calma. Elimina distracciones, consigue atmósferas etéreas, que combinandolo con un color pastel te permite conseguir una foto sublime.

Ya estamos en domingo y aún queda mucho día por delante. Empezamos muy pronto para llegar a tiempo al puente Rialto, y esta vez sí, estamos solos. Una gozada poder pasear por allí y buscar el encuadre perfecto sin que nadie te moleste.

La Luna hizo acto de presencia y fue un buen momento para hacer una foto de grupo. La temperatura era ideal, no hacía frío, incluso a medio día se podía estar en manga corta. Después de fotografiar las góndolas y los canales pusimos punto y final al taller.

Un grupo fantástico, sin duda

He aprovechado este viaje para actualizar la galería de fotos de Venecia, la cual te invito a visitar para que tengas una visión más global de esta ciudad.

Además, si estás interesado o interesada en acompañarme al próximo viaje fotográfiaco a Venecia puedes visitar el siguiente enlace, donde pondré la fecha.

No se puede ir a Venecia sin fotografiar sus góndolas. Este embarcadero es uno de mis favoritos. Me encanta fotografiar sus reflejos cuando el Sol empieza a iluminar sus fachadas.

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Sergio Arias

Fotógrafo profesional en Valencia

Fotógrafo especializado en fotografía de viajes, naturaleza y turismo.
Profesor de fotografía que imparte cursos de fotografía en Valencia y Talleres fotográficos de naturaleza. Realizo Viajes fotográficos para aficionados a la fotografía por todo el mundo.

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