Viaje fotográfico a Ámsterdam 2019: Resumen



Durante un fin de semana he estado en Ámsterdam impartiendo uno de mis talleres fotográficos en los que los asistentes aprendieron todos los secretos de la fotografía de viajes y paisaje urbano. Como siempre, ha sido intenso, aprovechando al máximo las horas de luzy una vez más, con un gran grupo, haciendo la convivencia divertida y amena.

Como el resto de viajes fotográficos de fin de semana por Europa, el taller comenzó por la tarde noche. Conforme iban llegando los asistentes nos íbamos reuniendo para irnos a cenar y explicar la dinámica del fin de semana. Hay que recordar que el precio del taller no incluye el precio del billete de avión y que cada uno debe gestionarse su propio vuelo. Esto te da la flexibilidad de aprovechar el viaje para estar más días y conocer de su propia mano la ciudad. En este taller, como suele pasar en la mayoría, había gente que repetía conmigo, o en un curso, o en otro taller o incluso en alguno de mis viajes fotográficos que hago en los Alpes Dolomitas.

Lo bueno y lo malo de visitar Ámsterdam en verano es que amanece muy pronto y atardece muy tarde. Esto supone tener muchas horas de luz y por lo tanto aprovechar mejor el fin de semana. Sin embargo, el esfuerzo es mayor ya que hay que madrugar mucho y acostarse tarde.

Precisamente por eso, nada más cenar nos fuimos directos a la primera localización a fotografiar la puesta de Sol y la hora azul. En esta ocasión fotografiamos uno de sus famosos canales. Mientras se ponía el Sol iba explicando cómo fotografiar en estas condiciones y qué tipos de filtros disponemos.

Las primeras luces del día siempre crean situaciones interesantes

Como siempre, en mis talleres llevo material (portafiltros y filtros) para que la gente pueda probar los filtros y experimentar con ellos. Los filtros es un mundo que mucha gente desconoce que te ayuda a conseguir esas fotografías tan espectaculares de puestas de Sol, además de conseguir otros efectos muy interesantes. La mayoría acaba los talleres queriendo comprarse los suyos.

Una vez se puso el Sol llegó la hora azul. El cielo había estado sin nubes, sin embargo, el destino nos tenía preparada una gran sorpresa. Conforme el cielo se iba volviendo cada vez más azul oscuro de repente aparecieron una serie de nubes muy luminosas, con un color blanquecino tirando a azul claro. Las formas que tenían eran muy curiosas puesto que eran onduladas y con un aspecto muy marcado.

Poder ver unas nubes tan luminosas a esas horas, cuando el Sol hacía rato que se había puesto no era normal, así que me hizo pensar en una noticia que había leído días atrás sobre un fenómeno que se observó en España, pero que su avistamiento en esas latitudes era muy extraña. Se trataban de las nubes noctilucentes, un fenómeno que se produce en Siberia, cerca del Polo. Particulas de agua congelada que se encuentran en la mesosfera, tan altas, que el Sol es capaz de iluminarlas creando un efecto muy singular.

Desde lo alto se pudo apreciar mejor las nubes noctilucentes en medio de la noche

Al igual que las nubes se iban desplazando pero a una velocidad muy lenta, Tuvimos la suerte de que dichas nubes estaban justo encima de las casas que estábamos fotografiando. Sin duda, una suerte estar allí en ese momento, lo cual nos permitió tener fotografías únicas.

Al día siguiente tocó madrugar para fotografiar el amanecer. Otro canal, otras casas. El Sol creó luces muy interesantes que se iban filtrando a través de los árboles, iluminando las calles y los canales. También las fachadas estaban cogiendo color poco a poco.

El resto del día nos sirvió para recorrer parte de la ciudad. Debido a su reducido tamaño fue posible recorrer a pie los mejores sitios. Por la tarde los asistentes pudieron practicar la larga exposición diurna aprovechando la gran cantidad de barcos que recorren los canales. Sin duda, los resultados son bastante curiosos e impactantes.

Ya iba quedando menos para el atardecer y enseguida llegamos a nuestra localización. La puesta de Sol era tan tarde que poco a poco dejaban de pasar barcos, de manera que cuando pasaba uno había que aprovecharlo al máximo. Después, paseo por el Barrio Rojo y algunas fotos más antes de volver al hotel.

Fotografía de grupo del viaje fotográfico a Ámsterdam

El domingo nos lo tomamos con más calma debido al cansancio e intenso día que tuvimos el sábado. Ámsterdam no se caracteriza por tener grandes monumentos, sin embargo, toda ella en sí lo es. Sus canales, sus casas que parecen más bien sacadas de un comic y algunas de sus iglesias nos sirven para conseguir fotografías diferentes a lo habitual en cualquier otra ciudad. De manera que nos fuimos a fotografiar una de las iglesias al amanecer. Después de un potente desayuno fuímos a dar la última vuelta antes de despedirnos.

De este taller me llevo lo bien que lo hemos pasado, lo agradecida que es la gente, las ganas que tienen de aprender, lo dispuestos que están para levantarse a la hora que sea con tal de conseguir esa foto. La tónica general siempre suele ser la misma, y es que hay muy buen rollo entre la gente que ama la fotografía como es mi caso.

Como siempre digo, ahora toca asimilar lo aprendido y practicar para que no se olvide.

¿Nos vemos en un próximo viaje?

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Sergio Arias

Fotógrafo profesional en Valencia

Fotógrafo especializado en fotografía de viajes, naturaleza y turismo.
Profesor de fotografía que imparte cursos de fotografía en Valencia y Talleres fotográficos de naturaleza. Realizo Viajes fotográficos para aficionados a la fotografía por todo el mundo.

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