Fotografía de naturaleza ¿Debemos mostrar la realidad?



Con la llegada de la fotografía digital, el procesado de las fotografías se ha democratizado. Cualquiera puede abrir un programa de edición y hacer lo que quiera con una fotografía. Sin embargo, ¿dónde está el límite de la realidad? ¿hasta qué punto sabemos que lo que vemos es real? ¿es obligatorio mostrar la realidad tal cual es?

Lo primero que siempre comento es que el retoque no llegó con la era digital. Cuando se disparaba en carrete ya era posible realizar clonaciones, eliminar elementos o añadir otros que nos pudieran interesar. Lo que pasa es que antes tenías que ser un artista, y ahora tienes que conocer Photoshop. Os dejo un enlace a Xataka sobre el retoque en analógico con algunos ejemplos.

Como todos sabéis, la fotografía es muy amplia, hay muchas temáticas y obviamente no se pueden comparar. El artículo de hoy va orientado sobre todo a la fotografía de naturaleza y paisaje.

Yo no voy a decir dónde está el límite a la hora de retocar una fotografía, ya que eso sería limitar la creatividad del artista. Pero sí me preocupa lo que está sucediendo, y es que ha llegado un momento en el que no sabemos lo que es real y lo que no.

Recuerdo hace más de un año cuando salió esta foto en las redes y todo el mundo empezó a alabarla, cuando en realidad es un montaje, puesto que nunca es posible ver la Luna junto al Sol. En este caso es necesario tener algún conocimiento en astronomía y tener experiencia a la hora de fotografiar paisajes. Si la Luna se ve llena es porque el Sol la está iluminando, y por lo tanto están en puntos cardinales opuestos.

Técnicas de procesado como las máscaras de luminosidad están acostumbrando a nuestros ojos a luces y colores imposibles, irreales, no existen, pero que visualmente son realmente bonitos y espectaculares. ¿Pero el mundo es así? ¿realmente el autor vio eso? ya os digo que la mayoría de veces no.

Como consecuencia de este tipo de procesados surgen dos problemas. El primero es que cuando se muestra una foto «real», muy extraña tiene que ser y única para que sorprenda. ¿Cuántas veces habremos oído aquello de que la realidad supera a la ficción? pues en fotografía no es así.

La segunda es que, paradójicamente, este tipo de fotografías se aceptan y se dan por válidas, supuestamente son «reales». Y sin embargo, otro tipo de fotografías que no han sido retocadas, ni montadas, pero que por su gran planificación e ingenio del fotógrafo parecen imposibles, mucha gente no las acepta, e incluso las ha llegado a criticar.

Esta foto se está convirtiendo en un clásico en la zona de Valencia. Está planificada con Photopills y gracias a unos amigos que me invitaron pudimos fotografiar la Luna cuando salía por detrás del castillo. Estábamos muy lejos y había que utilizar un teleobjetivo. Me han llegado a decir que era un montaje, que no era real.

El hecho de que revistas y muchos concursos importantes den por válidas este tipo de fotografías no ayuda en absoluto. Creo que en parte se está perdiendo la esencia de la fotografía, donde prima más mostrar colores super saturados que mostrar un lugar o contar algo. La prueba es que el concurso más importante de naturaleza, el Wildlife Photographer of the Year, no admitiría ninguna de estas fotografías por incumplir casi todas sus bases.

Para aquellos que no estén familiarizados con este mundo, las cámaras permiten disparar en dos formatos de imagen, el JPEG y el RAW. El RAW es el negativo digital, que tiene más información y que permite ser procesado posteriormente con mucho margen de mejora.

Tienes que saber que si quieres fotografiar paisaje estás prácticamente obligado a usar el formato RAW. Ahora bien, esto no significa que la foto que ves en la cámara se tenga que parecer necesariamente a lo que estás viendo con tus ojos. Si disparas en RAW es porque después vas a tener que procesar ese archivo con un software para sacar toda esa información.

Un alumno me pasó esta foto de Instagram del eclipse de la Luna. A parte de ser un composite donde el autor ha pegado toda la transición de la Luna, esta foto no es posible puesto que para obtener la casa ha utilizado un gran angular. Con ese tipo de focales la Luna sale como un punto. Además de que se nota el copia pega, después de investigar vi que es imposible que la Luna haya ese recorrido. Lo peor de todo es que la compartió una famosa tienda de fotografía.

Y aquí es donde está el quid de la cuestión. ¿Qué hacemos con ese RAW? ya os adelanto que podéis hacer auténticas maravillas. Y quizás ese sea el problema, que empezamos a darle a todos los controles y al final aquella foto parece más un cuadro impresionista que el atardecer que habías fotografiado en el mar. Yo mismo estoy tentado muchas veces de exagerar la foto.

Insisto, nadie está obligado a mostrar la realidad, pero en mi opinión, cuando fotografiamos paisaje, o la naturaleza, tenemos cierta «obligación» de mostrar cierto parecido con la realidad, o de lo contrario, informar de que lo que vemos no era así. Es como si a un fotoperiodista le tenemos que exigir que sus fotos sean veraces. Es lógico, ¿no? cualquier otra cosa sería falta de ética.

¿Por qué deberíamos mostrar la realidad cuando fotografiamos la naturaleza? pues por varias razones, la primera sería pensar en todas aquellas personas que están empezando en el mundo de la fotografía y ven que sus fotos no se parecen ni de lejos, sin saber que eso no existe. También para que el espectador sepa que lo que ve es una ilustración gráfica, que si va a ese sitio no encontrará eso (aunque eso es obvio porque La Luz cambia). También ha llegado un momento en el que ni yo mismo sé cuando alguna foto es real o no. Pero no esperes que el autor te diga lo que le ha hecho a la foto, porque parece secreto de estado. No digo que te cuente su técnica secreta, pero sí el tipo de procesado que le ha hecho.

Este atardecer de Islandia fue precioso, con colores intensos, se vio el Sol ponerse por el horizonte. Llegué muy justo, y la primera foto que hice fue esta. Diría que después de procesarla el resultado es bastante fiel a lo que vi. Quizás con un poco más de intensidad en los colores del horizonte. La zona del primer plano la he dejado más oscura porque es así como se veía. Podría haber dado mucha más luz, pero no mostraría la realidad. Procesada con Adobe Lightroom, sin Photoshop.

Y aquí es donde me pregunto, ¿qué pasa si enseñamos el archivo RAW original? sí, el que salió de la cámara y no hemos tocado. En mis cursos de Lighroom siempre trabajo con mis propias fotos, las restauro y empiezo desde cero. El cambio en algunas fotografías es brutal, pero, ¿eso significa que he retocado la foto o que no estoy mostrando la realidad? para nada, simplemente significa que lo que ve la cámara a simple vista no se parece en nada a lo que son capaces de ver nuestros ojos. Por eso, después debemos dedicar cierto tiempo a darle ese aspecto. Creo que si alguien no quiere enseñar su archivo RAW original está en su derecho, pero el que algo esconde será por algo.

Esta es el RAW directo de cámara. Me gusta enseñar esta foto en mis cursos para mostrar de lo que es capaz un RAW. Me han dicho de todo cuando la han visto, desde que ellos habría borrado esta foto directamente, hasta que he retocado mucho la foto, etc…Pues bien, el procesado de esta foto es básico, no he utilizado ningún ajuste local, solo los parámetros básicos del RAW. Es cierto que hay una diferencia brutal, pero os pregunto, ¿acaso creéis que yo vi esto con mis ojos?

Hay fotos que se parecen mucho a lo que vemos, pero eso depende del tipo de luz. Yo siempre digo que al procesar una fotografía estoy equilibrando las luces para devolverle ese color, esa luz, ese aspecto que tenía aquel paisaje cuando lo fotografié. Por supuesto, puedes hacer un revelado básico o procesar la foto a tu gusto, mostrar una interpretación. Puede haber interpretaciones más o menos realistas.

Por eso, cuando alguien me pregunta, ¿pero eso se veía así? la respuesta sería que sí, aunque el archivo original no se parezca en nada. Lo importante no es el aspecto que tenga el archivo original, sino el final, y ahí es donde tú puedes hacer la interpretación que quieras, realista o no. A diferencia de la mayoría de profesionales de naturaleza, yo no uso máscaras de luminosidad. Tan sólo revelo mis fotografías con Lightroom, es decir, el RAW. Si necesito hacer alguna cosa extra, entonces uso Photoshop (pero lo suelo decir si el cambio es importante).

Una de las noches más bonitas que he pasado en Islandia fue esta, en Hvitserkur, donde el cielo explotó de color verde durante más de una hora. Aquí podéis ver la foto después de procesarla con Adobe Lightroom, sin Photoshop. Usé ajustes básicos, ningún ajuste local.

Pero lo peor de todo es cuando muestras una fotografía real y nadie se la cree. Hace poco leí un artículo de la National Geographic España en la que se hablaba de fotos que sólo existían en Instagram. Muchos ejemplos mencionados tenían un post procesado excesivo, o simplemente escondían la marabunta de gente que había detrás, eso es cierto, pero me hizo especial gracia que dijeran que las Auroras Boreales no se podían ver a simple vista igual que en las fotos. Tengo que decir que eso es totalmente falso. Esto no significa que siempre se vean igual de bien, pero su afirmación no es verdad. Me parece muy triste que una revista tan importante cometa un error así. Las Auroras Boreales se pueden ver perfectamente a simple vista siempre que se den las circunstancias ideales.

Foto de cámara, que no quiere decir necesariamente que se viera así según mi argumento de más arriba. Nuestra cámara tiene problemas con los contrastes, como la foto del acantilado. Aquí también había, pero menos, ya que la luz de la Aurora Boreal lo iluminaba todo. Como podéis ver, las diferencias son mínimas, unos ajustes del WB, levantar sombras y un poco de contraste. Cuando las Auroras Boreales muestran sus mejores galas las puedes disfrutar a simple vista.

Comentarios como ese lo único que hacen es transmitir la sensación de que todas esas fotografías reales, son mentira y están retocadas. Es decir, el mundo al revés.

Como nada va a cambiar, y seguramente nadie diga cómo ha hecho una foto, al final, solo hay una forma de saber si una fotografía es real, y es, conociendo al fotógrafo, seguirle, ver su trabajo, leer todo aquello que escribe o comenta, o incluso, preguntándole directamente.

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Sergio Arias

Fotógrafo profesional en Valencia

Fotógrafo especializado en fotografía de viajes, naturaleza y turismo.
Profesor de fotografía que imparte cursos de fotografía en Valencia y Talleres fotográficos de naturaleza. Realizo Viajes fotográficos para aficionados a la fotografía por todo el mundo.

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