Después más de un año por fin he podido volver a Islandia y disfrutar de nuevo de uno de los fenómenos naturales más increíbles que se puede observar, las Auroras Boreales. En este artículo os quiero contar la experiencia de la noche que viví en Godafoss.
Llevo cuatro días en Islandia y puedo decir que he tenido la suerte de poder disfrutar dos noches de Auroras Boreales. Cuando estoy haciendo fotografías en ocasiones peco de querer fotografiar multitud de encuadres diferentes para aprovechar la luz y el momento. Sin embargo, en cada localización suele haber uno o dos encuadres que son los ENCUADRES, los que hace que te lleves la foto. Y precisamente es ahí donde tienes que estar cuando llegue el momento perfecto.
La otra noche era la primera oportunidad de ver Auroras después de mucho tiempo y estuve pensando en diferentes localizaciones. Al ver que no salían me fui moviendo de un lado a otro y cuando mejor se puso la cosa estaba en medio de la nada y sin ningún sujeto interesante que fotografiar, así que me fotografié a mi mismo.
Ayer no quería que pasara de nuevo, por eso estuve toda la noche en Godafoss. A diferencia del otro día, no creí que el cielo fuera a estar despejado, y mucho menos que habría tanta actividad solar. Desde que se pone el sol hasta que realmente se hace de noche pasan unas 3 horas, por lo que la espera se hizo larga. Eso sí, era un alegría ver que el cielo seguía despejado en la mayor parte del cielo.
Más de uno me ha preguntado estos días si ya había Auroras Boreales. No es que haya una época en la que hay Auroras y otra en las que no. Auroras Boreales hay siempre, lo único que necesitamos oscuridad para verlas. En verano también hay, pero no las vemos. Estamos a finales de agosto y se está acabando el verano, por lo que los días empiezan a hacerse más cortos y las noches más largas. Para que os hagáis una idea, las primeras Auroras que fotografié ayer fueron sobre las 00:00 y aún se veía un poco azul el cielo (hora azul). La sesión acabó sobre las 3:00, así que ese es el margen que hay ahora para poder verlas.
De todos los encuadres que hay en Godafoss, el que más me gusta con diferencia es el que se consigue desde la parte baja de la cascada. Hay una roca cerca de la orilla que sirve de primer plano. Depende del caudal se ve más o menos dicha roca. Lo malo de esa posición es que si tienes el viento en contra no hay nada que hacer ya que el spray se te echa encima y te moja el objetivo continuamente. La suerte que tuve es que el viento iba dirección noreste así que no me molestó mucho.
Cuando empecé a ver la primera Aurora me puse en posición y cuando esta se activó e hizo unas cuantas líneas pensaba que ya tenía la foto. Por desgracia, la Aurora estaba demasiado alta así que tuve que hacer algún encuadre vertical, el cual no es el que más me gusta en esta cascada.
La foto que os muestro a continuación fue de las primeras que hice. Se veía una mancha verde y como veis aún había mucha luz en el cielo. Lo malo de estar ahí abajo es que no ves lo que sucede más al sur y te planteas subir por lo que te pudieras estar perdiendo. La Aurora era débil y muy estática, de hecho, parecía una nube difusa, así que puse 15 segundos y un ISO no muy alto.
Un rato más tarde aparecieron líneas verdes en el cielo y la Aurora empezaba por fin a bailar. Habían entrado algunas nubes difusas y se puede observar cómo hay una nube naranja del resplandor del atardecer.
La Aurora Boreal empezó a formar líneas increíbles, pero estaban demasiado altas, así que me obligaba a disparar en vertical. Se puede ver que el movimiento era mucho mayor ya que para “congelarlas” tuve que disparar con tiempos más cortos.
Algo que me pareció curioso fue ver que era el único que estaba en esa posición. Aunque no os lo creáis, no estaba sólo en la cascada. Por lo menos conté 5 fotógrafos más. Todos estaban en la parte opuesta, en mi opinión, la peor. Pero una vez paró la actividad pensé en cambiar de posición, irme al otro lado ya que tendría la Aurora justo en frente y de paso variaba el encuadre.
Como ya sabía, desde el otro lado no era tan interesante, pero tenía una mejor visión de por dónde salía la Aurora y también del cielo. Estos días hay luna, y desde esa posición se veía perfectamente.
Cuando llegué había overbooking de gente y con el angular es difícil no sacar a alguien. Esto en nocturnas es mortal, porque aunque no enciendan el frontal se ve la pantalla de la cámara. Así que avancé un poco más y aunque no salía la cascada, lo importante era la Aurora.
Aproveché el riachuelo que había para sacar el reflejo junto a las piedras. Aquí la Aurora se había estabilizado y parecía una nube verde estática.
Fue entonces cuando la Aurora empezó a activarse otra vez y cuando pude disfrutar de todo un espectáculo. Se vieron Auroras verdes y moradas con una intensidad increíble a pesar de la Luna. Las líneas estaban muy bien definidas y cambiaban constantemente. Lo malo es que estaban demasiado alto, sobre mi cabeza, así que sólo quedaba mirar y disfrutar del espectáculo. Os pongo esta fotografía que en realidad no vale mucho simplemente para que veáis la diferencia cuando la Aurora está parada y forma una masa densa (foto anterior) y cuando empieza a moverse y a definir líneas.
Tras unos minutos mágicos las Auroras se estabilizaron de nuevo. Además, unas nubes venían de frente ensuciando el cielo, momento en el que todos los que estaban allí haciendo fotos decidieron recoger e irse.
Yo, por mi parte, después de ver lo sucedido pensé que las del otro lado se podían mejorar. Así que cogí la furgo y volví a cruzar el río. No sé porqué pero sabía que el espectáculo aún no había acabado. Esas nubes que habían aparecido tenían pinta de irse rápido, así que cogí los trastos y me puse en posición. Media hora después ahí estaba otra vez.
Por lo tanto, como conclusión podemos decir que nunca te confíes con las Auroras. Aunque veas que la situación se calma, es probable que se reactive. Para ello hay multitud de aplicaciones donde vas viendo ciertos parámetros que te pueden ayudar.
Por otro lado, decir que al igual que todos los atardeceres no son igual de espectaculares, con las Auroras pasa lo mismo. De las fotos que habéis visto en este artículo, muchas de las Auroras que se muestran no se veían así a simple vista, pero otras sí. Depende de la intensidad de cada momento. Además, la luna resta protagonismo a las Auroras. Como veis en los parámetros de las fotos, dependiendo de la intensidad se necesita más o menos luz. Hubo alguna que se me llegó a quemar.
Esto no ha hecho más que empezar, ya que cada día hay menos luz y más horas de oscuridad, con lo que las probabilidades de ver Auroras es cada vez mayor. Durante este mes estaré recorriendo Islandia visitando lugares no conocidos y volviendo a otros con el fin de ultimar los dos viajes fotográficos que tengo a final del mes de septiembre. En el primer viaje recorreremos la parte sur de la isla, y en el segundo la parte norte de Islandia. En ambos iremos a cazar Auroras Boreales y como no, visitaremos el famoso volcán Fagradalsfjall.
Si quieres vivir momentos mágicos y disfrutar de una isla increíble aún estás a tiempo de acompañarme. Puedes ponerte en contacto conmigo para pedir información.