Cuando viajo a Islandia suelo organizar varios viajes seguidos, ya sea para visitar diferentes zonas (norte o sur) o simplemente repito el itinerario. En noviembre de 2023 realicé dos veces el mismo itinerario, recorriendo sobre todo la parte sur de la isla.
A pesar de tener planificado el mismo itinerario, las condiciones climatológicas alteraron los planes. Es curioso ver las fotografías de las dos semanas y ver que en muchos casos no se parecen en nada. Esto es algo que tengo muy presente y que la mayoría de fotógrafos de naturaleza debería tener presente cuando viaja, y es que por mucho que planifiques, estamos a merced del tiempo. Esto condicionará la luz que te vas a encontrar, y en parte, las fotografías que te traerás de vuelta.
La primera noche en ambos viajes la hicimos en Kirkjufell. En ambas pudimos ver auroras boreales, lo cual es una suerte, sin embargo, uno de los grupos tuvo unas auroras algo más potentes que el otro, pero con nubes.
Vemos a continuación la misma localización una semana después, pero ahora sin nubes. Siempre digo que las nubes son nuestro mayor enemigo, y es que, aunque la aurora de la primera semana fuera más potente, en la segunda fotografía se aprecia mucho mejor lo que es una aurora boreal (y eso que fue muy suave). ¿Con cuál te quedas? ¿Prefieres menos nubes o auroras más potentes?
Otra localización que cada vez me gusta más es Arnarstapi. En un espacio no muy grande tenemos un montón de hitos y de puntos que fotografiar. Dependiendo de la luz que tengas en cada momento le puedes sacar más o menos partido.
Aquella tarde el cielo estaba despejado y la luz dorada del atardecer era muy bonita. La idea era fotografiar el atardecer desde otro lugar, pero teníamos que aprovechar el momento. En noviembre hay pocas horas de luz y el amanecer casi se junta con el atardecer. La luz dorada resaltaba la hierba seca.
En cambio, en otra visita al mismo lugar el cielo estaba tapado y las nubes crearon un ambiente frío. El color de la hierba se veía anaranjada, pero no tanto como en la fotografía anterior. A pesar de todo, contrastaba con el cielo azul, también reflejado en el agua. Se notaba que había hecho más frío y las nevadas había dejado nieve en la cima de las montañas.
La combinación de luz y nieve habría sido ideal, pero en este mundo no podemos elegir. ¿Con cuál te quedas? ¿Luz dorada o nieve en las montañas?
Una de las localizaciones que más complicado se hizo visitar fue la playa de Reynisfjara, y es que las dos semanas hacía mal tiempo cada vez que estábamos por la zona. El viento huracanado no nos dejó fotografiar en el primer intento. Recuerdo salir de la furgoneta y apenas podía avanzar.
Aunque minutos más tarde tuvimos algo de color, el cielo estaba lleno de nubes y este fue el ambiente que pudimos disfrutar en este bonita playa.
Este otro amanecer fue muy diferente y ya desde que salimos del hotel se veía que el cielo se iba a poner interesante. El reflejo dorado en el agua mojada me cautivó y no pude evitar centrarme en sacarlo en mis fotografías.
Como ves, son las mismas localizaciones pero en un lugar con el tiempo tan variable como en Islandia todo puede pasar. Es cuestión de suerte conseguir una luz espectacular, sin embargo, esto no tiene que ser un impedimento para conseguir grandes fotografías. Las expectativas son difíciles de manejar, por ello, tenemos que tener la mente abierta y afrontar la situación de la mejor manera posible.
En febrero de 2025 vuelvo a Islandia, en este caso en invierno con el fin de fotografiar estos paisajes pero con un manto de nieve. Cada vez se vuelve más complicado debido al calentamiento global, pero lo intentaremos. Poco a poco se van llenando las plazas. ¿Te animas?