Seguramente la mayoría de la gente habrá oído alguna vez la palabra focal o distancia focal, y sabrá que está relacionada con la fotografía. Sin embargo, muchos no sabrán lo que significa. Por si esto fuera poco, existe otra palabra, también relacionada con el mundo de la fotografía, y más concretamente con los objetivos, y esa palabra es parafocal.
No hay que confundir ambos conceptos, puesto que, aunque ambos indican una propiedad de los objetivos, no significan los mismo. Para empezar, debemos saber lo que significa la distancia focal de un objetivo, y no es más que la distancia que existe desde el centro óptico de la lente y el punto focal. O en otras palabras, la distancia que hay desde el sensor (o película) de la cámara hasta el diafragma del objetivo. Existen objetivos que tienen la distancia focal fija o variable, estos últimos son los objetivos que tienen zoom. Se expresa en milímetros. ¿Y en qué afecta la distancia focal? pues cuanto mayor sea la focal mayor aumento conseguiremos.
Pues bien, una vez sabemos esto, estamos en condiciones de explicar lo que es un objetivo parafocal. Un objetivo es parafocal si mantiene el enfoque aunque variemos su distancia focal. De ahí, que esta característica sea exclusiva de los objetivos con longitud focal variable.
¿Y para qué sirve que un objetivo sea parafocal? imaginar que tenéis un objetivo zoom y queréis enfocar a un objeto muy pequeño dentro de nuestro encuadre. Lo normal sería ajustar el zoom a nuestro gusto y enfocar sobre el objeto. Sin embargo, a veces puede suceder que el objeto sea muy pequeño o las condiciones de luz sean malas y nos cueste enfocarlo. Si el objetivo es parafocal podemos aprovechar todo el zoom para acercarnos lo máximo posible a nuestro objeto y de esta manera hacer foco sobre él. Una vez lo tenemos enfocado, simplemente debemos variar el zoom hasta que el encuadre sea el que nosotros queramos.
Esta técnica nos permite conseguir un enfoque más preciso, y nos aseguramos que nuestro sujeto saldrá lo más nítido posible. Ahora es cuestión de coger vuestros objetivos zoom y hacer la prueba para saber si podéis utilizar este modo de enfoque. Os aseguro que le cogeréis el gusto muy rápido y querréis que todos vuestros objetivos sean parafocales.
A continuación pongo un par de ejemplos. Primero con un Canon 70-200mm f2.8, que sí es parafocal. La foto de la izquierda está hecha enfocando directamente a la cara del sujeto con una focal de 70mm. En la foto de la derecha se hizo zoom a 200mm, se enfocó en la cara y se volvió a 70mm para disparar. Son recortes al 100% sin enfoque aplicado por software.
Las siguientes fotografías están hechas con un Sigma 24-105mm f4, el cual no es parafocal. En esta ocasión, se hizo una primera fotografía a 70mm enfocando sobre la cara, la cual se aprecia nítida. Sin embargo, en la foto de la derecha se hizo zoom a 105mm y después se volvió a 70mm, comprobándose que con el más mínimo cambio de focal la foto pierde el enfoque. Si en vez de a 70mm hubiéramos bajado a 24mm el desenfoque habría sido aún mayor.