Cuando viajo suelo aprovechar tanto el amanecer, como el atardecer, ya que es cuando mejor luz hay. En mi viaje a Cuba hice lo mismo. La luz que pude disfrutar durante todo el viaje fue increíble, y la naturaleza me regaló momentos muy bonitos. Recuerdo especialmente un amanecer en la ciudad de Cienfuegos.
Cuba es un país desordenado, un poco caótico y pasear por sus calles a veces es una locura. Sin embargo, este caos es el que le da su encanto tan especial a la hora de hacer fotos. Tanto sus coches antiguos, como esas fachadas rasgadas por el tiempo te permiten obtener fotografías únicas y atractivas.
Cienfuegos es una ciudad de paso, que mucha gente no visita por falta de tiempo. Para mí es clave si quieres viajar desde La Habana hasta Trinidad. El recorrido en coche es largo y vale la pena pasar la noche en Cienfuegos. Esto te permitirá disfrutar de un atardecer y de un amanecer. La ciudad no es grande y en ese tiempo podrás fotografiar los lugares más importantes, como son el casco antiguo y el malecón.
Había estado lloviendo por la noche y toda la ciudad estaba mojada. Me levanté pronto y me subí a la azotea del alojamiento para echar un vistazo. La luz ya era increíble y había unas nubes preciosas. El suelo reflejaba la luz y las farolas aún estaban encendidas. Al estar en una azotea no tenía libertad de movimientos, pero la diagonal de la calle me vino genial, ya que me llevaba hacia las nubes del fondo.
Las calles en Cuba no están muy bien habilitadas para la lluvia, por lo tanto, en cuanto llueve rápidamente se forman grandes charcos. Nada más salir a la calle encontré este charco. La luz en el cielo estaba increíble. Me fui sin trípode para ir más ligero y poder conseguir encuadres más complicados sin perder mucho tiempo.
El contraste de luz era grande, además, estaba disparando a contraluz. Las pocas personas que habían en ese momento no se veían, y se confundían con las casas. Sin embargo, vi venir una persona que se estaba acercando al charco. Sabía que su silueta se iba a reflejar, por lo que conseguiría sacar a la persona, pero de una manera diferente.
Normalmente la mejor zona para fotografiar Cienfuegos es el malecón, sin embargo, el centro de la ciudad es precioso. En cada esquina tienes edificios emblemáticos, como iglesias, o teatros. Simplemente había que dar una vuelta alrededor y observar la luz.
Mientras paseaba por la plaza quise sacar la torre de la iglesia a contraluz y el reflejo de un charco. Fijaos cómo los adoquines del suelo mojado destacan mucho más que el resto.
Todas las fotografías de este artículo están hechas con mi Sony 16-35mm f/2.8 a pulso. Cada vez había más luz, por lo que no fue complicado conseguir las fotos sin tener que subir mucho el ISO.
Si participar en alguno de mis viajes fotográficos consulta mi página web. Recuerda que he organizado un viaje fotográfico a Cuba, por lo que podrás ver estos lugares y fotografiarlos.