Siempre voy buscando nuevos lugares donde hacer fotografía nocturna. Hay que encontrar un buen cielo, oscuro, sin contaminación lumínica para que las estrellas y la Vía Láctea se vean bien. Pero también lugares con sujetos interesantes que fotografiar.

En este caso, estuve en el desierto de los Monegros, donde puedes encontrar multitud de formas llamadas tozales. Mientras estaba fotografiando el tozal colásico, uno de los más fotogénicos del desierto me puse a ver posibles encuadres. La Vía Láctea salía por detrás, así que intenté subirme a un punto donde se viera mi silueta.

Mientras estaba haciendo pruebas llegó un grupo de personas, también para hacer fotos, con lo que todo lo que tenía planificado se fue al traste. Para hacerme las fotos utilizo un disparador remoto con bastante alcance. Es la única manera de conseguir salir en mis propias fotos, independientemente de la distancia a la que me coloque. Si quieres ver el disparador que utilizo te dejo el enlace: Disparador remoto.

Al final decidí cambiar de sitio, pero antes, me acordé de una noche en la Costa Oeste donde me puse a jugar con la luz del frontal para que creara una línea. Así que pensé que igual podría salir bien esta vez. Conforme me dirigía hacia la cámara con el frontal encendido fui disparando la cámara. El tiempo de exposición era corto y el recorrido largo, por lo que necesité cuatro fotografías para cubrirlo todo.

Después, abrí cada foto en Photoshop y creé diferentes máscaras para dejar visible el haz de luz. Ni hecho adrede me habría salido mejor. En la foto aparece una diagonal de luz que me lleva directamente al Centro Galáctico.

Es curioso cómo las mejores fotografías a veces son las que no has planificado.

Si quieres aprender fotografía nocturna en un entorno como este puedes visitar mi web donde verás toda la información de este taller fotográfico.