Viajar a las Islas Feroe es sinónimo de paisajes impresionantes. Aunque sus montañas no son muy altas, es posible disfrutar de multitud de acantilados de infarto. Si tienes vértigo, igual este no es el mejor lugar para viajar. O igual es el mejor lugar para superarlo.
Ante paisajes tan inmensos uno puede tener la sensación de que no consigue plasmar esa grandeza en sus fotografías. Por eso, a veces es interesante introducir elementos que generen una sensación de escala, como por ejemplo, una persona.
Durante mis viajes fotográficos a las Islas Feroe trato de llevar a la gente a lugar con vistas increíbles, pero a la vez les hago fotografías para que tengan un bonito recuerdo. Hay un lugar desde el cual se puede disfrutar de uno de los fiordos más bonitos. Con un teleobjetivo podemos conseguir detalles, sobre todo si la luz está cambiante y se filtra entre las nubes.
Aunque también podemos posar para la fotografía. Al introducir una persona nos convertimos en el protagonista, y el entorno toma un carácter diferente. Yo ya tenía fotos en ese lugar, así que les propuse a mis alumnos que posaran para hacerles la foto. Tengo que reconocer que yo no tengo vértigo, pero ponerse en ese lugar puede parecer hasta peligroso. Ya os digo yo que no lo es.
Por supuesto, el esfuerzo valió la pena y pudieron volver a casa con la experiencia de haber disfrutado de las vistas y de haberse llevado la fotografía para el recuerdo.
Cada verano organizo un viaje fotográfico a las Islas Feroe. Si quieres acompañarme en la próxima edición entra en mi web y rellena el formulario.