Después de tanto tiempo sin poder viajar he podido disfrutar de varias semanas en uno de mis sitios favoritos de Europa, los Alpes Dolomitas. En el artículo de hoy os muestro alguno de los lugares que he visitado.
La llegada fue complicada, ya que varios frentes tormentosos cubría media Europa. Esto hizo que las temperaturas bajaran, a pesar de estar en julio, pero también me permitió conseguir fotografías interesantes gracias a las nubes y las nieblas.
En Siusi pude fotografiar este bonito amanecer, donde la niebla tapaba por momentos el pueblo y las montañas del fondo.
Otro lugar donde pude obtener fotografías con niebla fue en el Lago di Braies. Las nubes estaban atrapadas en las montañas, creando una atmósfera muy interesante. Por suerte, hubo momentos en los que el viento no soplaba y pude obtener el reflejo perfecto.
Aproveché para volar el dron y obtener unas tomas aéreas de las barcas, ya que al embarcadero no se puede acceder a menos de que contrates un paseo.
Si el cielo está raso y no hay nubes al amanecer, siempre es un buen momento para conseguir tomas aéreas en las que fotografiar las sombras de los árboles.
Otro momento de niebla fue el vivido en el Passo Giau, donde por momentos no se veía ni la montaña. Era al atardecer y la luz del sol iluminaba la niebla. Fue un momento mágico.
Durante un amanecer también en el Passo Giau pude obtener un reflejo gracias a un charco que hay un poco más abajo. Me encanta cómo las montañas cambian su forma dependiendo del punto de vista.
Otro sitio clásico fue Santa Maddalena. Tengo muchas fotos de este lugar, pero si la luz es diferente aprovecho para repetir encuadres. Había algunas nubes amenazantes y crearon un hueco justo encima de las montañas. Aproveché ese momento en el que las montañas seguían iluminadas por el sol para hacer la fotografía.
Hubo varios momentos mágicos. Uno fue en lo alto del Grupo Odle. La subida fue dura, teniendo que levantarme a las 3:30 de la mañana para llegar justo al amanecer. Las montañas estaban cubiertas de nubes y por detrás se colaba la luz del amanecer. Me encanta la niebla, y sobre todo ver cómo trepa por las montañas. Cada segundo te ofrecía una fotografía diferente.
Otro de los momentos mágicos fue en las Tres Cimas de Lavaredo. Después de una tormenta impresionante, poco a poco el cielo fue despejándose. Todo apuntaba a una puesta de sol en la que los rayos iluminaran las montañas. Un sueño hecho realidad.
Durante el trayecto de ida la luz se colaba por las nubes iluminando parte de las montañas. Me encantan las siluetas, así que aproveché y saqué a la gente que sobresalía en lo alto de aquella loma.
Y ya para acabar os dejo con una fotografía tomada en Croda da Lago durante un atardecer en el que las nubes se pusieron de color naranja. Lástima que no dejó de soplar el viento en todo momento y me hizo imposible sacar un reflejo.
Siempre es un placer volver a los Dolomitas, ya sea para conocer nuevas localizaciones o para conseguir luces diferentes. Durante estas semanas he visto tormentas increíbles, rayos (no pude cazar ninguno), bonitos atardeceres y por supuesto, paisajes que merecen la pena ser visitados.