La siguiente parada de mi viaje por Europa me lleva a Valensole, uno de los lugares más famosos de la Provenza Francesa. En esta ocasión, a diferencia de la vez anterior, me he encontrado con los campos de lavanda en todo su esplendor.
La tarde acompañó y el los rayos de Sol iluminaron perfectamente la ladera. Un campo sinuoso que te transporta con sus curvas hasta la puesta de Sol. Alrededor del pueblo hay varios campos, pero sin duda, hay uno que llama mucho la atención. Basta ver la cantidad de gente que paraba para hacerse fotos.
Me tiré toda la tarde allí, viendo como los colores iban cambiando a la vez que el Sol iba descendiendo. Prácticamente todas las fotos las hice con el teleobjetivo para conseguir esa profundidad. Además, hay que tratar de buscar los caminos que crea la lavanda. Si la fotografías en otra dirección solo se verá la planta.